Ese aroma a VAINILLA

Cuando era una niña era muy habitual pasar todo el día con mi Oma (que significa abuela en alemán), ya que mi madre trabajaba y no tenía mucho tiempo para mi hermanita y para mí.
Aprendí mucho con ella, siempre enseñándome secretitos para que todas las comidas salgan perfectas, transmitiéndome toda su pasión y amor por la cocina.

Le encantaba agasajarnos y en especial a mi abuelo, el Opa, a quien tanto quería. Siempre la voy a recordar diciéndome que solo una buena comida puede conquistar el corazón de un hombre, aunque en esa época no entendía mucho del tema.

Recuerdo entrar a su cocina cuando eran acontecimientos importantes, navidad, año nuevo, cumpleaños, etc. Y sentir el delicado aroma de una vaina de vainilla sumergida en leche, de las frutillas recién cortadas y del ruido de la batidora haciendo ese merengue, que a pesar de ser el Francés (lo digo así porque no es de mi agrado) siempre nos dejaba un poco para comerlo con los dedos y “mmm” que delicia. Inmediatamente ya sabíamos que íbamos a comer ese delicioso postre, la isla flotante con colchón de frutillas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El maracuyá ¿Qué es el maracuyá?

Un postre familiar: isla flotante “frutillosa”

Un toque exótico